Por
Rodulfo Reyes
Además del agotamiento del PRI como soporte vital del sistema político mexicano, en 2012 que el Revolucionario Institucional perdió la gubernatura de Tabasco, ocurrió un fenómeno ciudadano que no se ha vuelto a manifestar en el estado: el voto cruzado, que es el sufragio de militantes de un mismo partido que en unos mismos comicios lo hacen por dos candidatos diferentes de su propia fuerza.
A saber, en ese año en Centro, el municipio tabasqueño que concentra la tercera parte de los votos de la entidad, una gran cantidad de priístas sufragó por Luis Felipe Graham Zapata para alcalde, pero no por Jesús Alí de la Torre, el candidato tricolor que ha pasado a la historia por haber perdido la primera elección por el gobierno de Tabasco.
¿Cómo se llegó a ese escenario de desastre para el priísmo?
1.- El precandidato del PRI a la gubernatura más popular era entonces Graham Zapata, pero en el centro del país el equipo del abanderado presidencial Enrique Peña Nieto se decidió por Jesús Alí, quien fue apoyado por, entre otros barones priístas, Benito Neme Sastré.
De acuerdo con encuestas de ese tiempo, el médico Luis Felipe aventajaba en una proporción de dos a uno a Alí, mas acuerdos políticos tomados en la capital federal inclinaron la balanza por quien resultó ser el peor candidato de todos los tiempos del otrora invencible partidazo.
Graham Zapata fue obligado a aceptar la nominación a la presidencia municipal de Centro, aunque sus seguidores, que se contaban por miles en todo el estado, principalmente en la localidad de Villahermosa, no quedaron conformes con la imposición hecha por Miguel Ángel Osorio Chon y Luis Videgaray, operadores del peñismo, entre otros.
Como prueba del surgimiento del voto cruzado debe recordarse la llamada telefónica que hizo Joel Cárdenas Arronis, mejor conocido como la abeja africana, al noticiero radiofónico Telereportaje para pedir a los priístas del estado que votaran por Luis Felipe y no por Jesús Alí.
Al final perdieron Graham y Alí y se confirmó el voto cruzado: en Centro el candidato a la alcaldía logró más votos que ningún otro abanderado de su partido, mientras que este municipio le provocó la derrota al abanderado a la gubernatura.
Luis Felipe no pudo ganar, pese a lo abultado del apoyo ciudadano que recibió: le pasó encima esa aplanadora de ganar elecciones que era Andrés Manuel López Obrador, quien, si bien perdió la elección presidencial frente a Peña Nieto, hizo que Tabasco tuviera por primera vez un gobernador no postulado por el PRI.
2.- Este fantasma empieza a merodear ahora en Morena: los seguidores de Javier May Rodríguez, director de Fonatur, están llamando a apoyar a Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, y no al tabasqueño Adán Augusto López Hernández, secretario de Gobernación y también aspirante a la nominación del vinotinto para suceder a AMLO.
La corriente de Los fundadores o duros, que se ostentan como los verdaderos lopezobradorista en Tabasco y que son representados por 26 de 60 consejeros políticos que componen al máximo órgano de dirección de Morena, han determinado ir con Javier May por la gubernatura y con Sheinbaum para la Presidencia.
En esa postura no cabe Adán Augusto, cuya figura es atacada en los municipios por José Ramiro López Obrador, quien lo acusa de no haber hecho un buen gobierno los tres años que fue inquilino de La Quinta Grijalva.
En respuesta, la clase gobernante, en su mayoría integrada por seguidores de Adán Augusto, ha tomado sus previsiones teniendo como objetivo inmediato no dejar que May sea el abanderado en 2024.
“Si llega May nos va a partir la madre a todos”, le dijo un funcionario del área a un líder de opinión de un municipio que se acercó a Plaza de Armas para buscar un acercamiento con el gobernador Carlos Manuel Merino Campos.
“Así que ya saben: si quieren que vuelva componerse la relación con los medios, no deben dejar que May gane dentro de dos años, porque él va a querer ser un Andrés Manuel chiquito”, le dijo el funcionario al comunicador al momento de despedirse.