Por
Rodulfo Reyes
Con el ingreso del priísta Adrián Hernández Balboa a la administración federal, una facción completa del PRI de Tabasco, a la que paradójicamente le tocó perder la gubernatura en 2012 tras 80 años de hegemonía, se encuentra ya dentro del partido gobernante, lo que significa desplazar a los fundadores del movimiento de Andrés Manuel López Obrador de los cargos públicos.
Antes que el ex presidente estatal del tricolor fuera beneficiado con una dirección general en la Secretaría de Educación federal, ya habían entrado a Morena sus correligionarios Jesús Alí de la Torre, Mario Llergo Latournerie y César Rojas Herrera, cabezas de una corriente que hace 12 años compitió por la Quinta Grijalva con el saldo negativo de perder el despacho de Plaza de Armas hasta entonces invicto.
De esa cofradía, el comandante es Jesús Alí, quien fue candidato hace dos sexenios; y Adrián Hernández su coordinador general de campaña, apoyado por Llergo y Rojas.
Alí, Hernández, Llergo y Rojas salieron en medio de la sospecha de que entregaron la plaza al perredista Arturo Núñez Jiménez, primer padrino político de Alí, pero también bajo señalamientos de presuntamente haberse quedado con millones de pesos de la campaña priísta, recursos que supuestamente entregó la administración de Andrés Granier Melo.
De esa caterva, el primero en ingresar al partido vinotinto fue Llergo, sumándose a la corriente de Adán Augusto López Hernández, en cuyo gobierno ocupó primero el cargo de secretario de Desarrollo Social y luego fue promovido a diputado federal, espacio desde donde logró, por recomendación de Adán López, la representación de Morena ante el INE.
Llergo fue uno de los generales de la campaña del entonces secretario de Gobernación, quien armó un equipo de tabasqueños para buscar la candidatura presidencial.
Desde la Cámara Alta Mario operó la aventura de López Hernández por la silla de Palacio Nacional.
Al mismo tiempo, en Tabasco apuntalaba a cuadros locales que buscaban alcaldías y diputaciones locales con el patrocinio de Adán López.
Entre otros municipios, como Teapa, en donde apoyaba a su hermano Hiram, esposo de la entonces alcaldesa Alma Espadas, Llergo se atrincheró en Cunduacán, en donde manejó al alcalde «independiente» Abraham Cano González, quien tenía como asesor a Hernández Balboa, que al mismo tiempo era, al parecer, «proveedor» de la comuna, en lo que era un negocio redondo para el grupo priísta.
Ya cuando Javier May Rodríguez era el favorito para ser candidato de Morena a la gubernatura, Jesús Alí y Rojas Herrera se «sumaron» a él, después de haber sido parte del establo de Adán López.
Por eso puede afirmarse con toda propiedad que el grupo de Alí con sus mariscales Adrián, Llergo y Rojas ya se encuentra bien posicionado en el vinotinto, donde, en las elecciones intermedias de 2027, hará lo que sabe hacer en forma magistral: escalar posiciones, aunque eso signifique continuar desplazando a los verdaderos fundadores del movimiento lopezobradorista.