Por
Rodulfo Reyes
La semana pasada que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo afirmó que no tenía información de que, como gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández haya tenido acuerdos con el crimen organizado y que tampoco lo creía, pasó por alto que, como secretario de Gobernación, el ahora senador fue enterado de que el funcionario que él nombró como titular de Seguridad y Protección Ciudadana presuntamente tenía relación con grupos delictivos.
El 5 de octubre de 2022, la revista Proceso dio a conocer filtraciones del hackeo realizado por el colectivo Guacamaya leaks sobre el narcotrafico en México.
Tabasco aparece en los documentos oficiales en poder de la Secretaría de Defensa Nacional dados a conocer de manera pública.
Apunta la publicación:
«Cuando era gobernador de Tabasco, el actual secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, entregó la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) y la Policía Estatal a tres hombres que el Centro Regional de Fusión de Inteligencia (Cerfi) Sureste identificó como integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Se refirió incluso a uno de ellos como “supuesto líder” del grupo en Tabasco: Hernán Bermúdez Requeña, quien permanece al frente de la SSPC.
«Un informe del Cerfi Sureste señaló que al menos tres líderes huachicoleros de la zona hablaron, en conversaciones privadas, de las presuntas relaciones entre el delincuente Benjamín Mollinedo Montiel, “Pantera”, y “el gobernador” López Hernández. Mollinedo era, entonces, un “blanco prioritario” de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), según el Cerfi, pues encabezaba la organización conocida como “La Barredora” (…)».
Acaso con ese antecedente público, el pasado 13 de noviembre, en una conferencia de prensa mañanera, el gobernador Javier May Rodríguez acuso al jefe policiaco nombrado por Adán López de ser el cabecilla del grupo delictivo «La Barredora», al cual se le endilga la responsabilidad del clima de inseguridad en el estado que comenzó justo al arranque de la actual administración.
En esa conferencia matutina, el jefe del Ejecutivo local apuntó: «Nosotros nunca vamos a pactar con la delincuencia organizada. Va a haber cero impunidad y vamos a atender las causas. Entonces yo creo que quienes estuvieron antes que nosotros tendrán que explicar todo esto».
La alusión a las autoridades anteriores fue para la gestión de Adán López, que en agosto de 2021 que fue nombrado por el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador como secretario de Gobernación, dejó a su incondicional Carlos Manuel Merino Campos como gobernador interino.
«Todos saben, aquí era vox pópuli, quién comandaba ‘La Barredora’ ¿O no sabemos?», dijo May, y un reportero contestó: «Hernán Bermúdez».
«Sí, ¿no?», asintió el mandatario.
Enseguida, volvió a la carga: «Pareciera ser que tenemos amnesia de lo que pasó, yo llevo en el encargo apenas un mes y medio, y ya vimos cómo se perfilan, cómo van cambiando su línea de comunicación, ahora es la nota roja lo más importante, lo más preponderante de algunos medios, y antes no destacaban nada».
El miércoles pasado, en su mañanera, la presidenta Sheinbaum aseguró no tener información de que Adán López haya hecho acuerdos con grupos de la delincuencia organizada en Tabasco.
«Ni lo creo tampoco”, enfatizó, rechazando la versión que dejó entrever el gobernador May cuando sugirió que la violencia que afecta a esa entidad tendría como antecedente el gobierno anterior.
La ex jefa de Gobierno capitalino expuso que la federación está colaborando mucho en Tabasco con la Secretaría de Seguridad y la Fiscalía del Estado.
La defensa que Sheinbaum hizo del presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado cayó por sorpresa, pues durante el proceso interno de Morena por la candidatura presidencial, May fue de los actores políticos regionales que se sumaron abiertamente con ella, pese a que en la competencia también participaba su paisano Adán López.
Con el «espaldarazo» al ex secretario de Gobernación, Sheinbaum pareció tomar partido por él reduciendo la capacidad de maniobra del mandatario tabasqueño en su lucha contra la delincuencia organizada.
La estrategia aplicada en Chiapas por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, a cargo de Omar García Harfuch, hace pensar que la federación podría también intervenir de manera directa en Tabasco para terminar con la espiral de violencia que afecta a la entidad.
Por lo pronto, fuentes extraoficiales aseguran que ya hay avances en la investigación tipo «Enjambre» que realiza en la tierra de AMLO un grupo coordinado directamente por García Harfuch.
Desde hace un par de semanas, la delincuencia ha dejado de realizar actos propagandísticos como quema de vehículos y comercios para causar alarma en la población.
Sin embargo, las ejecuciones continúan, aunque se dan entre bandos rivales.