
Por
Rodulfo Reyes
¿Por qué hace falta en Tabasco un «enjambre», el operativo policiaco ejecutado en el Estado de México por Omar García Harfuch, secretario de Seguridad federal, para detener a alcaldes acusados de narcopolíticos?
A saber:
El director de Tránsito del gobierno de Teapa que acaba de terminar señalado por la Defensa Nacional de ser líder de una banda criminal, el número dos de Seguridad Pública de Paraíso en funciones indiciado por la Fiscalía General del Estado de Tabasco (FGET) por haber mandado a matar a dos uniformados bajo sus órdenes, y antes la detención por delincuencia organizada de un puñado de mandos medios de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana estatal, así como la ejecución de varios ex policías involucrados con el principal grupo delictivo de la entidad, son señales de la colonización que han hecho criminales de las fuerzas del orden en la tierra del ex presidente Andrés Manuel López Obrador, que para muchos, incluida la mandataria Claudia Sheinbaum Pardo, sigue siendo Presidente.
Antier, el comandante de la 30 Zona Militar, general Miguel Ángel López Martínez, aseguró que Maxi Pérez Alvarado, ex director de Tránsito de Teapa, fue ejecutado el pasado viernes porque lideraba una banda delictiva en ese municipio y se quería «escindir», por lo que su líder regional lo mandó a asesinar.
El mando militar aseguró que la muerte del ex funcionario fue «muy mediática», pero que «ese personaje» estaba involucrado en actividades criminales.
Dijo que de acuerdo con información que posee la Fiscalía General del Estado de Tabasco (FGET), Pérez Alvarado comandaba un grupo delictivo en Teapa, pero que se quería salir, y por eso ordenó su asesinato el jefe de la organización que opera en ese municipio tabasqueño y parte de Chiapas.
El exfuncionario y presunto líder criminal fue director de Tránsito de Teapa en el período 2021-2024 a cargo de Alma Espadas, esposa de Hiram Llergo, hermano del ex diputado federal Mario Llergo Latournerie.
Hiram fue candidato del PT a la presidencia municipal de Teapa, compitiendo contra el actual edil, Miguel Contreras, de Morena, el partido en el que militaba no solo el ahora petista, sino también su consanguíneo y su propia esposa.
Los Llergo, y por consiguiente la ex alcaldesa teapaneca, son parte de la corriente del vinotinto en la que participa Adán López.
En Teapa se sabe que quien intervino para que Maxi Pérez fuera titular de la Policía vial fue Hiram Llergo, de quien era una suerte de «guardaespaldas»: siempre andaba con él.
Ha trascendido que el hermano del ex diputado federal está siendo investigado, y también se sabe que otro ex director del área estaría involucrado con la organización criminal fundada durante la administración anterior.
En el caso de Paraíso, en donde el subdirector de Seguridad Pública Municipal fue detenido por haber ordenado la muerte de dos de sus subalternos, también representa la necesidad de que Harfuch aplique un «enjambre» como el del Estado de México que destapó la cloaca de la narcopolítica.
El problema es que, a diferencia de la tierra del chorizo, Tabasco es la cuna del presidente López Obrador y este aun tiene una parte del pastel político por medio de quien aparece señalado como el responsable de la carnicería en el edén.