Por
Rodulfo Reyes
El “repentino” silencio ante el gobierno del presidente del PRI en Tabasco, Dagoberto Lara Sedas, coincide con la denuncia de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, en el sentido de que el dirigente nacional de ese partido, Alejandro Moreno Cárdenas, Alito, está apoyando en dicha entidad las aspiraciones presidenciales del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.
La administración de Tabasco se encuentra en poder del grupo del inquilino de Bucareli, al grado de que analistas de la Ciudad de México le llaman “encargado del despacho” al gobernador interino Carlos Manuel Merino Campos.
En esta columna se ha informado ya en un par de ocasiones que Lara estaba, está “desaparecido” de la escena pública y que solo se sabía que continuaba al frente del Revolucionario Institucional por las publicaciones que subía a sus redes sociales.
“Llega poco a sus oficinas y solo atiende actividades privadas”, le dijo a este reportero un colaborador del área de prensa del directivo priísta.
Es como si de pronto al tricolor se lo hubiese tragado la tierra en la cuna del presidente Andrés Manuel López Obrador, en un vacío informativo que está siendo llenado por el ex presidente del comité estatal, Erubiel Alonso Que, encargado del Movimiento Territorial del CEN y quien ha aprovechado la ausencia de aquel para “destaparse” como candidato a la gubernatura en 2024.
Erubiel, al igual que Dagoberto, es incondicional de Alito, al grado de que fue él quien pidió la expulsión del PRI del senador Miguel Ángel Osorio Chong durante su desencuentro con Alejandro Moreno que le hizo perder la coordinación del tricolor en la Cámara Alta.
Cuando algunos sectores se percataron que “algo andaba mal” en el desempeño del presidente priísta, este trató de disfrazar lo que poco después se haría público con el argumento de que no estaba atendiendo sus funciones dentro de la oposición porque el gobierno morenista de Tabasco le había abierto varios expedientes por laudos laborales que habían provocado la congelación de las cuentas del partido, lo cual le ha orillado a ocupar todo su tiempo en atender el problema.
La “verdad” vino a saberse poco después: el pasado 18 de abril, en su programa Los martes del Jaguar, la mandataria vecina Layda Sansores denunció que Moreno Cárdenas estaba “coordinando” la (pre) campaña de Adán Augusto en Campeche.
Abiertamente, la polémica morenista aseguró que el presidente del PRI nacional está apoyando al titular de Gobernación en las empresas editoriales que le atribuyen en su tierra.
Si bien la postura de Layda es sesgada por ser parte del bloque de mandatarios morenistas que respaldan a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, su declaración parece explicar el ominoso silencio que ha mantenido en lo que va de este año el encargado del PRI tabasqueño.
Lara, y él mismo lo presume, es de los dirigentes estatales del tricolor más cercanos a Alito, al punto de que se reúne con él por lo menos una vez a la semana, según cuenta.
Bueno, en descargo del presidente del PRI tabasqueño debe decirse que este partido desde hace tiempo ha dejado de tener presencia en el imaginario tabasqueño.
Se sabe que Dagoberto y Erubiel, hermanados por Alito, van por cargos de elección, pero por la vía plurinominal.
Para su información…
Fuentes enteradas aseguran a De Primera Mano que ya se interpuso una denuncia en la Fiscalía General del estado en contra del ex presidente del Tribunal Superior de Justicia de Tabasco, Jorge Priego Solís, por una presunta malversación de recursos de la institución ocurrida hace cinco años.
Ello, luego de que el pasado 8 de marzo el presidente de la mesa directiva del Congreso local, Emilio Contreras Martínez de Escobar, de Morena, le recriminó al Órgano Superior de Fiscalización (OSFE) que no haya procedido por el presunto desfalco millonario en el poder Judicial durante 2018, razón por la cual se reprobó esa cuenta.
No se puede permitir que los responsables gocen de impunidad, dijo desde la tribuna legislativa.
«Hasta donde se tiene conocimiento los procedimientos administrativos que se instruyó realizar al Órgano Superior de Fiscalización del Estado están en trámite, por lo que se espera que sean desahogados en tiempo y forma y que se ejerciten las acciones correspondientes, para que las personas responsables sean sancionadas, tal y como está sucediendo con los ex servidores públicos del poder Ejecutivo del sexenio anterior», manifestó el legislador considerado uno de los cuadros políticos más allegados al secretario de Gobernación.
Denunció que fueron diversas anomalías las que se detectaron en 2018 cuando el presidente del TSJT era Jorge Priego Solís.
«Existen irregularidades por diversas causas, por ejemplo se excedió el monto de percepciones de 107 personas donde (existe) falta de documentos que acrediten el pago de percepciones a servidores públicos y pagos por un monto mayor al establecido en el tabulador», denunció, y dijo que se encontraron irregularidades no solventadas por 102 millones de pesos, resaltando el pago de siete millones de pesos a un trabajador por seis meses de labores.
«Según la auditoría realizada a la cuenta pública correspondiente se encontraron irregularidades no solventadas hasta por 102 millones y se debe a diversos actos tales como remuneraciones a una sola persona con categoría de auxiliar técnico por siete millones 20 mil 499 pesos en seis meses, es decir (que) ese técnico ganó (mensualmente) un millón 170 mil pesos y como dijera el hoy presidente de México: ese sueldo no lo tuvo ni Obama», refirió.