Redacción
Rodulfo Reyes
No hay día que en Tabasco no se registre un destape por la gubernatura para seguir con la tónica de la adelantada sucesión en Palacio Nacional, cuyo banderazo de partida ha dado el presidente Andrés Manuel López Obrador. Por ello es parte de la tradición política decir que este estado es “el mayor productor de candidatos por metro cuadrado del país”.
No por algo en 2006 dos paisanos del poeta Carlos Pellicer Cámara disputaron la Presidencia de México: el priísta Roberto Madrazo Pintado y el perredista Andrés Manuel López Obrador, quien dos sexenios después logró la plaza ya enfundado en los colores de Morena, su nuevo partido.
El gobernador Manuel Andrade Díaz solía decir entonces en charlas informales que en los tiempos en que Madrazo y López Obrador buscaban el mayor cargo del país, cuando un coterráneo se presentaba en la capital del país, en lugar de decir “hola, soy tabasqueño”, soltaba: “disculpa, soy tabasqueño”; ello a manera de justificación por la forma en que el priísta y el perredista mantenían tensa la vida pública del país.
Sobra decir que el nombre de Tabasco se encuentra en boca de todo México e incluso del mundo por las particularidades del jefe del Ejecutivo federal.
En 2024, coincidiendo con la elección presidencial, se renovarán las gubernaturas de Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán. De estas entidades, solo en la tierra de López Obrador ha iniciado la reyerta interna en el partido del presidente.
Este lunes el enésimo destape corrió a cargo de la senadora Mónica Fernández Balboa, quien dijo en una entrevista de radio: “Por supuesto que levanto la mano y digo sí me interesa ser la candidata al gobierno de Tabasco… pero como bien dijo el clásico: los tiempos de Dios son perfectos”.
La semana pasada el gobernador Carlos Manuel Merino Campos les recordó a los adelantados que “no por mucho madrugar amanece más temprano”, postura que también compartió ayer el diputado federal Marcos Rosendo Medina Filigrana, quien consideró que “aún no son los tiempos” para hablar de la candidatura a gobernador de Tabasco.
Eso sí, se dijo “respetuoso” de quienes “han hecho oficial su intención” de buscar la nominación, pero subrayó que a dos años de la jornada electoral, los militantes del vinotinto “se deben enfocar en fortalecerlo”.
Para meterle más ruido a la sucesión local, el exgobernador priísta Andrés Granier Melo aseguró el domingo que apoyará al secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, en caso de que sea candidato de Morena a la Presidencia en 2024.
Señaló que a Tabasco le iría mejor si otro tabasqueño logra la primera magistratura del país.
Han manifestado su intención de buscar la nominación morenista los legisladores federales Mario Llergo Latournerie, representante de Morena ante el INE; y Manuel Rodríguez González, presidente de la comisión de Energía de la Cámara de Diputados; el diputado local Jaime Lastra Bastar, presidente de la Gran Comisión del Congreso local; Rosalinda López Hernández, directora de Auditoría del SAT; y Javier May Rodríguez, director de Fonatur.
No han levantado la mano pero se les encarta: la alcaldesa de Centro, Yolanda Osuna Huerta, y el delegado del CEN vintotinto en Morelos, Raúl Ojeda Zubieta.
De todos, el que parece más adelantado es el responsable del Tren Maya, cuyos seguidores le llaman El tren May, quien en páginas no oficiales de Facebook como Un fundador será gobernador y Tabasqueños con Javier May se promueve con el trabajo que realiza al frente de una de las obras incónicas de AMLO.
El problema es que el funcionario federal parece haber descuidado su labor en la región para concentrarse en su precampaña tabasqueña.
Y aunque May y Llergo ya tienen “comités de campaña” en los municipios, el único que ha recibido “adhesiones” ha sido el primero, a quien, por su cercanía con el presidente, con quien colabora desde principios de los noventa, se considera “el bueno”.
Sin embargo, no solo los fundadores de Morena apoyan al titular de Fonatur, quien está enfrentado con el secretario de Gobernación, sino también a Raúl Ojeda, al que muchos ven como el puente entre el lopezobradorismo y la clase priísta que llegó en 2018 a gobernar Tabasco.
Con tres campañas para gobernador encima, cuando el PRI era el partido hegemónico, Ojeda no posee muchos puntos negativos, según las primeras encuestas en torno a los aspirantes a la gubernatura.