Por
Rodulfo Reyes
La aparición ayer en Villahermosa de propaganda pidiendo el voto por Xóchitl Gálvez para presidenta y por María Inés de la Fuente Dagdug para gobernadora, es un indicio de que la oposición está buscando con ansias apoderarse del llamado sufragio razonado.
El martes, el coordinador general de la campaña de Movimiento Ciudadano, Ignacio Lastra Marín, renunció al cargo para empezar a promover a Xóchitl, pese a que el abanderado presidencial del partido naranja es Jorge Máynez.
La estrategia consiste en que los inconformes con Morena y su candidata Claudia Sheinbaum Pardo se sumen en lo local a De la Fuente, no a la abanderada de la alianza PAN-PRI, Lorena Beaurregard de los Santos.
Y es que los votos en Tabasco que vayan a las alforjas de Gálvez bien pueden irse a la alianza PAN-PRI o al PRD, que son los tres partidos que la postulan a nivel nacional.
En el edén la victoria del morenista Javier May Rodríguez parece consumada y a pesar de la enorme ventaja que le saca a la oposición, es el único que hace campaña a tierra limpia.
Es cierto que hay una intentona de posicionar al PRI-PAN como la segunda fuerza, pero analistas con información dura aseguran que después de Morena se puede ubicar el sol azteca o el partido naranja.
El negriamarillo porque en estos momentos es la segunda fuerza política del estado y posee una estructura territorial en algunos municipios como Cárdenas, mientras que el partido de Dante Delgado puede beneficiarse del activismo en redes sociales del gobernador de Nuevo León, Samuel García, y de su esposa, Mariana Rodríguez Cantú, y hasta de la popularidad del alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Rojas, cuyo padre fue muy querido en Tabasco.
Además, la fuerza de MC es municipal, al punto de que gobierna Tacotalpa, en donde con toda seguridad puede repetir.
En Centro, con todo y la carga negativa que le significó haber armado un berrinche en una casa donde no lo quisieron recibir, en donde dijo: así les voy a decir cuando se inunden, Fernando Mayans Canabal puede aportar un buen número de boletas.
En Emiliano Zapata y en Jonuta, de igual forma, MC va lograr simpatías que deben reflejarse en la candidata a la gubernatura.
En cambio PRI y PAN carecen de fuerza territorial. Solo en Centro hay seguidores del ex gobernador priísta Andrés Granier Melo, pero en las clases medias y urbanas se pierde ese consenso.
Además de tratarse del estado más lopezobradorista del país, donde el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene arriba del 82 % de la aceptación que logra su partido, Morena, las campañas son un termómetro.
En ese sentido, el único que hace proselitismo abierto es el ex titular de Fonatur, mientras sus oponentes se están apoyando más de las redes sociales.
El perredista Fócil y la emecista de la Fuente son los únicos que hacen mítines y tienen publicidad en bardas y lugares públicos, aunque en mucho menor medida que May.
La que de plano no tiene anuncios espectaculares es la alianza PAN-PRI, que solo irradia su propaganda en las herramientas virtuales, las cuales, sin embargo, no votan.
Pudiera decirse que la única asidera de esta candidatura en el edén es que PRI y PAN postulan a nivel nacional a Xóchitl, aunque también lo hace el PRD.
De hecho, la representante de Gálvez en Tabasco es la ex diputada perredista Dolores Gutiérrez Zurita, quien, sin embargo, es repudiada en amplios sectores tabasqueños por haber participado en un gobierno nefasto como lo fue el de Arturo Núñez Jiménez, quien supuestamente la habría recomendado con el equipo de Xóchitl.
Esto es, el PRD de Dolores Gutiérrez y de Arturo Núñez le resta presencia a la senadora Gálvez.
Para su información…
DE TODOS los candidatos tabasqueños que buscan un cargo de elección, llama la atención el caso de Alfonso Gómez Cámara, quien va por la alcaldía de Balancán en la modalidad de candidato sin registro. Esto es, no lo postula ningún partido y sus seguidores tienen que escribir su nombre claramente en la casilla número seis que en la boleta está en blanco. Gómez Cámara es dirigente ganadero y su popularidad ha motivado que por lo menos dos partidos le hayan ofrecido «bajar» a sus abanderados para darle la nominación. Se trata de un experimento social importante por tratarse de un hecho que solo se ha presentado dos veces en la historia reciente del país.
