Por
Rodulfo Reyes
Si bien nadie en su sano juicio puede negar que el candidato a la gubernatura de Tabasco por Morena será el que diga el presidente Andrés Manuel López Obrador, ya se empieza a dudar que el responsable del Tren Maya, Javier May Rodríguez, el aparente favorito, logre convencer a sus paisanos de la continuidad del proyecto vinotinto.
¿Está en riesgo la plaza? La respuesta simple y llana es que no: la popularidad del oriundo de Macuspana es más alta en su tierra que en otras entidades del país, pues ocho de cada diez tabasqueños lo aprueba. Esto significa que es muy difícil que otra formación política distinta pueda hacerse de la Quinta Grijalva.
Aun así, se considera que con el director del Fondo Nacional para el Fomento al Turismo (Fonatur) se está poniendo en riesgo la delantera: May se encuentra enemistado con la corriente del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, quien en 2018 que ganó la gubernatura operó para desmantelar al PRI, integrando a su administración a funcionarios con los que coincidió en el período de Manuel Gurría Ordóñez (1991-1994).
Con su lema de campaña Un fundador será gobernador puede explicarse el desapego con Adán Augusto del funcionario federal que le ha copiado hasta la forma de hablar del presidente, pero que está falto de carisma, por lo que no es aceptado en los sectores apartidistas del estado que sí votaron por Morena en 2018.
May es la apuesta del director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, otro tabasqueño, al igual que el secretario de Gobernación, muy allegado a López Obrador.
Por el lado de Adán Augusto han manifestado su interés en la nominación su hermana Rosalinda López Hernández, directora de Auditorías del Sistema de Administración Tributaria (SAT) y esposa del gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón Cadenas, así como el líder del Congreso local, Jaime Lastra Bastar.
El problema para Morena es que la dupla May–Octavio está pugnando por hacer a un lado a los priístas, sobre todo a los identificados con la clase gobernante. Por eso se dice que puede darse un encontronazo doméstico en 2024 que el vinotinto también esté luchando por mantener la presidencia de la república.
Ante ese choque entre fundadores y priístas, en las últimas semanas ha comenzado a hablarse de una tercera vía, de un morenista que aglutine a ambas corrientes y que también sea considerado lopezobradorista.
Al menos tres alcaldes morenistas y los diputados de sus municipios, confirmaron a De Primera Mano que se está empezando a construir la candidatura de Raúl Ojeda Zubieta, el tabasqueño que es delegado del partido del presidente en Morelos.
Ojeda, quien ha sido tres veces candidato de la izquierda al gobierno de Tabasco (2000, 2001 y 2006), renunció al Revolucionario Institucional en enero de 2000 por aceptar la postulación al Senado por el PRD.
Por esas fechas el tricolor era el partido hegemónico y pocos priístas se atrevieron a dimitir a sus filas para integrarse a la formación política fundada en 1989 por López Obrador, entre otros.
En la jornada de 2000 Ojeda se quedó a un punto porcentual de ganar las elecciones; analistas señalaron que entonces la derrota del PRI no fue posible porque el priísta José Antonio de la Vega Asmitia aceptó la candidatura del PAN, lo que atomizó el voto opositor en la tierra de AMLO.
En 2001 y 2006 el actual delegado de Morena en Morelos volvió a competir sin éxito por la Quinta Grijalva.
En 2012 que el sol azteca derrotó al tricolor tras ocho décadas de dominio, llevando como candidato a Arturo Núñez Jiménez, quien era respaldado por el ahora jefe del Ejecutivo federal, Ojeda Zubieta fue nombrado secretario de Gobierno en la primera mitad de la administración.
En las elecciones intermedias de 2015, cuando Morena hizo su presentación en Tabasco como partido político tras obtener su registro un año antes, López Obrador, a la sazón dirigente opositor, se enfrentó al gobernador Núñez; pero Ojeda se desatendió del pleito.
Cuando le preguntaron sobre el diferendo, el encargado de la política interna respondió: “Al licenciado (López Obrador) lo respeto”; poco después, el 24 de junio de 2016, Ojeda presentó su renuncia y se dedicó a actividades privadas.